En una nueva entrada de nuestro blog queremos hablar sobre Terapia Visual y cómo puedes incorporarla a tu consulta. En este post intentaremos ayudarte a comenzar con la terapia visual, cómo se puede tratar y cómo podemos hacerla más amena para los pacientes, especialmente para los niños.
Queremos resolver todas las dudas, pero cualquier cosa que quieras saber o preguntarnos, ¡déjanoslo en los comentarios!
Como ya sabes la terapia visual es una herramienta utilizada para la evaluación de las habilidades visuales que interfieren en el proceso de aprendizaje del niño. Gracias a este proceso individualizado, cada niño trabaja una serie de protocolos para crear o mejorar habilidades y funciones de su sistema visual.
El interés por este tipo de terapias realizadas por profesionales de la salud es creciente y por tanto una poderosa herramienta diferenciadora para los optometristas. Es imprescindible una formación adaptada para un correcto desempeño de este servicio profesional.
La TERAPIA VISUAL ha demostrado ser un instrumento extraordinariamente efectivo en la ayuda de personas que presentan problemas de bajo rendimiento visual en el aprendizaje.
Una parte del bajo rendimiento en el aprendizaje de la lectura y de la escritura se deben a un pobre desarrollo de las habilidades visuales. Cuando se trabaja en estas habilidades el rendimiento visual mejora haciendo que el aprendizaje es más fácil y los niveles de lectura y comprensión también lo hagan.
La sintomatología con la que pueden llegar los pacientes a la consulta es variada: problemas de atención y concentración, problemas de enfoque, guiño de ojos en lectura, posiciones anormales de lectura, mala coordinación visual, ambliopía, estrabismo y/o problemas de lectoescritura.
Como podéis ver muchos de estos problemas se detectan en el colegio, por tanto es importante que los orientadores sean conocedores del trabajo que realizáis pues su recomendación a los padres puede ser definitiva. Ahí hay una labor divulgativa a realizar. La comunicación de vuestro nuevo servicio profesional mediante publicidad directa o comunicación a vuestros clientes es también una potente herramienta de captación.
Una vez el paciente está en la óptica:
El DIAGNOSTICO es esencial para la criba del paciente. Primero determinar si la terapia será el mejor tratamiento en su caso y si será necesaria la intervención de algún otro profesional.
El trabajo en equipo junto a orientadores, logopedas, fisioterapeutas, oftalmólogos o psicólogos es muy recomendable ya que puede darse el caso de que sea necesaria su intervención en paralelo a la nuestra y porque el flujo de trabajo siempre es enriquecedor. También refuerza nuestro papel de profesionales de la salud y mejora la percepción general de nuestros servicios.
La terapia consta de dos partes: una que se desarrolla en consulta mediante cita previa en sesiones semanales, quincenales o mensuales y una serie de ejercicios que realizan en casa de forma diaria y cuya valoración se realiza en la consulta para vigilar su efectividad.
Existen aplicaciones online para complementar la realización de estos ejercicios y que el optometrista puede supervisar.
La comunicación con los padres
En el caso de los niños una de las principales barreras para iniciar la terapia puede ser la incomprensión de los padres. Debemos preparar previamente y de forma entendible un argumentario de QUÉ es la terapia visual, cuál es el diagnóstico y el tratamiento que va recibir su hijo: duración, precio y objetivos. También si es necesaria o aconsejable la participación de otros profesionales.
La reunión con los padres de forma periódica para informarles de la evolución y avances del paciente también es aconsejable.
Posibles síntomas en niños
– Baja comprensión lectora
– Lectura lenta
– Usar el dedo al leer
– Saltar o repetir líneas al leer
– Movimiento excesivo de la cabeza durante la lectura
– Invertir letras y números
– Guiñar los ojos al mirar lejos
– Acercar demasiado la lectura
– Visión borrosa
Posibles síntomas en adultos
– Visión borrosa de lejos y cerca
– Dificultad de concentración
– Picor y ojos rojos
– No poder mantener la lectura/escritura durante más de 10 minutos
– Visión borrosa al levantar la cabeza mientras lee
– Dolor de cabeza
– Incomodidad y fatiga al realizar tareas que requieren visión de cerca
– Baile de letras al leer
El espacio
Es aconsejable adaptar un espacio para la realización de las terapias y el almacenamiento de los diferentes elementos como equipo informático, juegos, esterilla, etc.
La rentabilidad
El precio y duración de una consulta de terapia puede oscilar. Referente al tiempo hablamos entre 45 y 60 minutos y su valor entre 25 y 60 euros por sesión. Es aconsejable la valoración total de la terapia con un precio cerrado y el pago aplazado de la misma, aunque es posible el pago por sesión. Es fundamental a nivel organizativo la cita previa.
No debemos olvidar que este servicio , como el de la consulta, pone en valor el carácter sanitario de nuestro establecimiento y de nosotros mismos como profesionales. La percepción del cliente de nuestros servicios a partir de una terapia exitosa nos aleja del producto de precio y nos sitúa en al ámbito del profesional de la salud de la misma forma que una consulta de optometría completa.
La incorporación de juegos a la terapia es una herramienta para mantener la atención, es especial de los niños. Planteándolos como premio y al mismo tiempo incentivando su atención.
Algunos juegos y ejemplos para amenizar la terapia visual:
Lo más importante es mantener la atención de los pacientes durante el tratamiento. Un buen truco para esto son los juegos de mesa. Conseguiremos mantener la atención tanto de adultos como niños y además divertirnos.
Aquí os dejamos algunos ejemplos de juegos para que podáis probar:
–Tricky Fingers: Dos cajas con bolitas. Tenemos unas cartas que nos muestran patrones de cómo colocarlas. Hay que ir con cuidado puesto que si se hace al azar, pueden quedar bolas atrapadas. Nos ayuda a mejorar la motricidad fina así como la lógica y la planificación.
–Dobble: Uno de los juegos más divertidos. Hay muchas modalidades de juego, pero lo principal en cada una de ellas es encontrar el dibujo común que hay en las cartas y hay que decirlo en voz alta. En él trabajamos atención, discriminación, reflejos, etc.
-Visual Panic: Juego rápido y veloz, donde estimulamos la percepción visual, discriminación figura fondo, atención visual, así como las conexiones entre las estructuras subcorticales y los lóbulos prefrontales. Elige y pronuncia en voz alta uno de los 6 colores de referencia, da la vuelta a la primera carta del mazo…¡y se desata el pánico! El primer jugador que reconozca todos los elementos del color citado, tapará la carta y los enumerará. Si lo consigue se llevará la carta, pero ¡cuidado! ¡No se pueden citar los que estén sobre un fondo negro o blanco y se tendrá que tener cuidado con los camaleones!